Otro rescate. Fermín 82 años

Aun me es imposible escribir un texto, así que un rescate nos trae a Fermín para que comparta con nosotros la travesía.

Gustaba de calzarse unos buenos zapatos de piel y enfundarse en un traje todos los días del año. Retazos de una vida de contable.

De esa guisa estaba plantado frente al estante, más bien estantes de la harina, en el supermercado cerca de casa.

Su tarea diaria era la compra del periódico y del pan, pero vio a Flora tan ajetreada con la cena de Nochebuena que se ofreció a ayudarla. A pesar de que la cocina no era su fuerte. Únicamente se defendía bien con la tortilla de patata, que según su hijo y nietos, estaba de rechupete.

Pero claro, esa noche eran otros los manjares.

Puso la mesa. En el tocadiscos giraba Frank Sinatra. Paseó a Amanda, la perrita de la familia.

Y ahora para la tarta de mandarinas, no llegaba la harina.

Fue quitarse las zapatillas de paño y en un santiamén estaba en el super. Ay, no estaba siendo fácil la elección de la harina. Por lo menos había una docena distintas. Pero es posible! Pongámonos a analizar la cuestión. Es para tarta, así que será de repostería. Pero es que hay cuatro distintas.

No tuvo más remedio que echar mano del móvil y consultárselo a Flora. Ya. La que tenía levadura y era la marca blanca del supermercado. Así sí. Solucionado.

Hacía años en la tienda de barrio de Manolo y Tomasa pedías un kilo de harina y, a tiro fijo, porque no había otra.

Con el azúcar no tuvo problema. Ahora usaban el moreno. Al té que preparaba él por la tarde, antes de salir a pasear, le iba muy bien ese tipo de azúcar, o miel. Se habían acostumbrado a una infusión y un trozo de bizcocho o una tostada. Y luego zapatilla.

Subía las escaleras de la casa preguntándose si vendría su nieto Guillermo. Su nieto favorito. Con él se ponía al día en avances científicos, internet, móviles, libros. En las últimas navidades le había regalado un kindle con un montón de libros.

Él, que trabajó toda la vida con papel ahora disfrutaba leyendo en un aparatito. La vida!

Flora, ya estoy aquí!

Deja un comentario