Y si cometemos un pecado?

Otro corte y pega. Ya sabéis… Pero quería haceros un dulce regalo.

Más bien sería un gustazo inmenso. Pecado ni siquiera me lo planteo.

Cuando hace muchos años cogíamos bártulos, niños y coche, disfrutando de todos los preparativos, el destino no era otro que un día de playa. Aún por carreteras nacionales, atravesando pueblos, subiendo y bajando montañas. Largo, pero muy emocionante. Jugábamos al veo-veo, a las palabras encadenadas. Conversábamos porque el pequeño habitáculo lo propiciaba.

A la vuelta se unía un hambre canina, una ducha arenosa, una película y…tarta de zanahoria. Fría, riquísima.

Pues ahí va la receta.

Se tiene que hacer uno o dos días antes para que se empapen bien los bollitos porque no lleva ningún licor.

Tiene un sabor magnífico y, por los ingredientes, me imagino que muy sana.

Un kilo de zanahorias cortadas en rodajas finas. Cubrir de agua y cocer. Es muy importante que cuando las escurrais reserveis como dos tazas de agua.

Pasar las zanahorias por el pasapurés y unir al agua reservada, 400 gramos de azúcar y una bolsa grande de coco rallado, del que habréis reservado un poco para decorar. Revolved todo.

Seis bollitos de leche. Ahora con tanta variedad de bollería es una contradicción que en muchas pastelerías no los haya, pero los hacen si los encargas. Probé con bizcochitos, mediasnoches, y no hay color. Se cortan por la mitad.

Una capa de bollitos, una de la mezcla, repartiendo y apretando. Así hasta acabar.

Yo hago la tarta en una pota ancha y baja. La tapo con un plato o tapa más pequeña y aprieto para que se impregnen bien los bollitos. Hasta a veces le pongo un peso por encima. La dejo dos días en la nevera.

Desmoldar dándole la vuelta sobre una bandeja o plato. Decorar con el resto del coco.

Sale una tarta grande, pero la comeréis rápido seguro.

6 comentarios en “Y si cometemos un pecado?

Deja un comentario